Muchos son los que apuestan por el granito en la decoración por su belleza, resistencia o durabilidad. No obstante, no siempre es fácil conseguir que el granito pueda mantener ese color tan característico. En este artículo repasamos, de forma muy breve, como mantener un suelo de granito impecable con unos cuidados mínimos.
Debido a sus características, los suelos de granito suelen emplearse en espacios de alto tránsito, ya que el granito es una de las piedras decorativas de mayor solidez y aguante. Además, ofrecen un buen aislamiento térmico, combaten la humedad y son un buen aislante si hablamos de contaminación acústica. Por eso es muy fácil ver suelos en viviendas o en centros comerciales u oficinas. Es más, puede utilizarse sin problemas tanto en interior como exterior.
Lo primero que debemos tener en cuenta, vista su versatilidad, es que el suelo de granito es muy fácil de mantener y limpiar. Una buena rutina de limpieza cada día y el uso de agua sin productos específicos debería ser suficiente para mantener el pavimento en buen estado. Ahora bien, no hay que olvidar que el granito es poroso. Si se derrama algún líquido o hay alguna mancha es mejor limpiarlo de inmediato. Así evitaremos que el líquido penetre en el granito. Y aquí, sí debemos utilizar un detergente neutro y evitar productos corrosivos.
En casos extremos, donde ya ha perdido el brillo o hay manchas que no se pueden limpiar hay que optar por un pulido de suelo de granito, que permitirá recuperar su brillo y belleza originales.