Uno de los trucos caseros que más se puede leer es el del «abrillantado con limón o con vinagre», pero la pregunta es… ¿funciona? ¿hay algún riesgo?
Lo primero que debemos decir es que el uso de estos «trucos» no es del todo recomendable ya que si se hace mal podemos crear serios daños a nuestro suelo de mármol. Es verdad que el limón o el vinagre son idóneos para dar brillo, pero hay que tener mucho cuidado porque, por ejemplo, el limón, es un fuerte cítrico ácido.
Partiendo de esa advertencia, vamos a explicar cómo hacer estas mezclas. En el caso del limón, hay que mezclar el zumo de limón con abundante agua. Una vez hecha esta mezcla y con un paño o bayeta suave, hay que impregnarlo bien sobre toda la superficie que esté dañada y dejarlo actuar al menos una hora para que el limón y el agua hagan su efecto y después retirarlo con un paño para que no deje rastro alguno ni queden pelusas.
En el caso del vinagre, no hay que dejarlo actuar, simplemente se crea una mezcla con agua y se aplica sobre la superficie.
Es importante recordar que ni el vinagre ni el limón deben aplicarse sobre la superficie de mármol y que estas son las peores opciones a nivel de trucos caseros y que, en muchos casos, más que conseguir el brillo esperado, si no se hace con mucho cuidado y atención… es muy posible que acabemos dañando nuestro mármol, por eso siempre recomendamos el uso de máquinas y especialistas, como nosotros, en el pulido y abrillantado de mármol.